lunes, 29 de junio de 2009

Algo diferente parte 2

Pues ya pasó más de mes y medio, pero mi historia sólo alcanza la primera semana, así que aceleraremos el paso, omitiendo algunos detalles (lo cual me sabrán disculpar mis queridos [3*] lectores).

De este exitoso procedimiento se enteró Orfa, que se encontraba en la misma clínica, de nuevo por las palancas y la indignación de haber sido dada de alta sin suficientes exámenes y revisiones de la ineficlínica antioquia. Pero sólo fue hasta el tercer día de estancia en este hospital de verdad que pudo ver depués del sábado la luz de sus ojos, carolina. Bastante emotivo ese corto instante (unos 20 minutos), ya que la madre debía irse de nuevo donde su hermana Oliva, que la habia estado cuidando el fin de semana, y carolina le esperaba una larga y dolorosa recuperación, o al menos eso nos explicaban los médicos.

Pero esta recuperación no avanzaba muy bien. Días después de la cirujía, Caro se quejaba de falta de movilidad en su pierna derecha, algo inexplicable ya que al el día anterior era mucho mejor, lo que llevo a una revisión donde encontraron infección en la herida. Afortunadamente no se debía a ninguna bacteria ni agente externo, sinó de una acumulación de fluido del sistema endocrino, que no dejaba cerrar la herida y tensaba los músculos a su alrededor. Se empezó a hacer curación, pero al empezar el drenaje el dolor fué tan intenso que mejor la porgramaron de nuevo a cirujía ese mismo día, para hacer el procedimiento con anestesia general. Hasta las 7 de la noche le tocó esperar a Caro, por que era mejor no dejarla para el día siguiente-dijo el ortopedista, según una enfermera a la que le preguntamos-. Después de la 9 pm salió de nuevo con orgullo nuestro especialista estrellla a decir que fué muy exitoso el procedimiento, y que tendrían que seguir drenando por algunos días, pero en forma de curación y no en quirófano.

Esto fué lo que más extendió la estadía en el hospital de carolina, pero afortunadamente la trasladaron a una habitación para ella sola, ya que en la anterior alcanzó a compartir con unos 7 pacientes en 8 días. Estos dás siguientes fueron de muchas visitas de familiares y amigos, y muchas curaciones algo dolorosas pero muy útiles, hasta que el viernes 15 de mayo por fin le dieron "el largue" para encontrarse con su madre en su acogedora y abandonada casa (vivían solas). Orfa llegó unas horas antes ya que estuvo atendida todos estos días en la casa de su hermana.

Varios familiares se reunieron para esperar, depués de unos trancones de viernes a las 5 pm, el esperado regreso de las Salazar a su hogar. Luego de unos 50 minutos de viaje desde Envigado a taguí por fin llega Caro, por por fin con ropa normal, por fin fuera de su habitación de hospital, por fin cerca a su madre, por fin lista para dormir en su cama. Un nuevo momento emotivo en el que sólo pasa por la mente aplaudir, mientras es cargada hasta arriba -segundo piso- por los paramédicos a su nuevo cuarto (bien fuertes ellos, se la turnaban como si nada), ya que el intento de subirla en camilla era inútil por la cerrada curva de las escalas a la puerta.

Así empieza una mejor etapa de recuperación para ellas, juntas en la casa, donde es más fácil visitarlas (en el Manuel Uribe era una proeza casi de espía para que entraramos más de 2, por eso de la gripe porcina y otras farsas), y serán atendidas por la vecina de abajo, durante toda la recuperación, ya que todavía no pueden caminar ni valerse por si mismas.





Dejaré solo hasta acá por que la situación de Honduras me tiene algo conmocionado y escribiré algunas cositas, así que esta historia queda en "estanbai", pero bregaré a continuar pronto.

* Mi novia, Jota, y Alejo guandolo.

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